Después del autogolpe de Estado, aquel fatídico 05 de abril de 1992, tan nefasto como en ese momento hace 113 años el vecino país del sur nos declaraba la guerra y se habría un triste episodio conocido como la Guerra del Pacífico (1879-1883), el país fue testigo como un presidente elegido democráticamente en el año 19990 dentro del orden constitucional y al cual había jurado defender, mediante la fuerza militar, el beneplácito de los sectores económicos más poderosos y el silencio de la prensa amarilla, rompió el Estado de Derecho imperante para así dar inicio a
un dictadura de corte cesarista utilizando como base a la oclocracia (haciéndola pasar por democracia mediante psicosociales), ya que en base a la desinformación y abusando de la ignorancia de la población pretendió legitimar su delito cometido contra el Estado para perpetuarse en el poder, eliminar la política y enriquecerse ilícitamente junto con su cúpula.

En primer lugar, no había ninguna excusa para dar un golpe de Estado debido a que el Parlamento Bicameral de ese entonces le otorgó al gobierno todas las facilidades para que legisle en materia económica y de seguridad nacional, cambios económicos que bien cabían dentro de la Constitución de 1979 y se estuvo a punto de capturar al líder del grupo terrorista Sendero Luminoso en noviembre de 1991, pero por decisión de Fujimori no se procedió al operativo, ya que él quería estar personalmente de espectador en el país; sin embargo utilizó como excusa para dar el golpe de estado la falacia de que el Congreso no lo dejaba gobernar y que lo quería limitar, totalmente falso como lo hemos señalado, aunado a que el Ejecutivo acusó al Poder Legislativo por la dación de la Ley Nº 25397 aprobado a insistencia del Parlamento (debido a la observación de Fujimori) y que esto conllevaría a inutilizar la acción del presidente, totalmente falso ya que la norma desarrollaba el sistema de control parlamentario estipulado en la Constitución de 1979 sobre los actos normativos del presidente de la República, la misma que aún sigue vigente, en referencia al balance de los poderes que debe imperar en todo régimen democrático; sin embargo la verdadera intención del gobierno de turno era gobernar sin control ni fiscalización para poder hacer lo que venga en gana y enriquecerse como la historia al final lo señaló y demostró.

En segundo lugar el gobierno de ese entonces al no tener mayoría en ninguna de las cámaras legislativas, quiso prescindir de ella para tener un parlamento unicameral y mediocre en donde ésta no tenga balance de poderes con el Ejecutivo y sirva únicamente como mesa de partes de ésta y no la fiscalice, aunado a que desde el momento en que el señor Fujimori fue ungido con la primera magistratura de la nación se dedico a despotricar contra los demás poderes del estado para generar confusión y desinformación entre la población utilizando una propaganda masiva a través de los medios de comunicación que solo les interesa vender titulares y demás encabezados, además de inutilizar al Poder Legislativo también secuestró al Poder judicial, del cual se desaparecieron varios expedientes en los que estaba involucradas muchos personajes y ayayeros del régimen dictatorial; en tercer lugar el señor Fujimori también dio el golpe de Estado con la finalidad de que no se investigue a través del Congreso la desaparición de la ropa donada por el Japón, situación en la que estuvo involucrado junto a sus hermanas y su cuñado Víctor Aritomi.

Por último, la obra cumbre del nefasto actuar de los golpistas fue pisotear la Constitución de 1979 que fue expedida por una Asamblea Constituyente democrática y representativa de toda la sociedad, constituida por las personas más preclaras de nuestra política del siglo XX, para poder hacer su propia constitución a su medida a través de oscuros personajes del SIN y utilizando un Congreso Constituyente de fachada para nada representativo sin la presencia de muchos actores políticos y democráticos, que al tener mayoría impusieron sus normas, como fiel estatuto de ocupación, para luego aprobarlos a través de un referéndum amañado donde se perdieron más de tres millones de votos; con el único fin de perpetuar su dictadura con la nefasta reelección presidencial y que después utilizó su Congreso Unicameral como mesa de partes para poder reelegirse sucesivamente por otro período más.

Afortunadamente la población libre y consciente salió a las calles a dar la batalla contra la dictadura a través del Foro democrático, fundado en 1993, en busca de las libertades que se perdieron y contra luchar contra el séptimo régimen más corrupto del mundo a través de la historia, una tarea nada fácil, pero que al final se pudo lograr porque la población le expresó su malestar a esa tiranía cesarista, que al final dejó el poder, pero que su espíritu aun está presente porque no se ha podido eliminar de la vergüenza de nuestra historia la constitución infausta que nos impuso y que ciertos pequeños poderosos sectores de la sociedad pretender hacer que permanezca vigente en el tiempo debido a los grandes intereses que los ligan a ella y a ese tristemente célebre régimen que se fue. No debemos olvidar los momentos más difíciles de aquella titánica lucha y de sus luchadores.

Rompimiento del orden constitucional con el golpe de estado del 05 de abril de 1992 Parte 01