ELIMINANDO MITOS DE LAS ENCUESTAS
Tal es el pánico
que produce en los sahumadores de la “constitución” de 1993, la posibilidad del
debate en serio esta vez, acerca de su legitimidad que pretenden decir que la
encuesta que encargaron con preguntas oblicuas, confina a sólo un 11% el
reclamo por el retorno a la dignidad extraviada que se presenta cuando un
pueblo decide obedecer la legislación impuesta por una gavilla de delincuentes
(asesinos, peculadores, violadores de los derechos a la intimidad personal,
etc.) en donde no decidieron otra cosa que
acrecer su poder, desentenderse de
los límites a su ejercicio, romper cualquier concepto de pluralidad y congelar
un modelo económico como más santo que la Biblia. Vale decir, donde se da la
contra a todo aquello que la doctrina considera elemental para que se alcance
la categoría de Constitución.
La encuesta en
mención señala cuatro categorías y en tres de ellas se deja en claro que el
país no está conforme con la situación tal como está en materia de carta magna.
Sin embargo, su conclusión es otra. Dicen que no tiene sustento el debate
constitucional porque sólo 12% respalda en su integridad el retorno a la Carta
de 1979.
Ello significa
crearse una realidad que no existe para combatirla y darse por vencedores de
una batalla que nunca se ha presentado. Entre quienes aspiramos en el mundo del
Derecho y la Academia al retorno a la legitimidad constitucional no hay quien
piense que la Carta de 1979 tiene que ponerse en vigor sin modificaciones
dictadas por las nuevas realidades que tenemos que vivir y sin normas
transitorias que eviten que se genere una situación de desorden jurídico por lo
sucedido en los 18 años que corren desde que nos endilgaron por la vía del
fraude un texto cuyo primer y principal objetivo fue adormecer a la población
acerca de la ausencia de un estado de Derecho.
Por eso, la
conclusión a la que arriban es falaz. Esa encuesta debe de leerse en otra
forma. Sólo 22% de peruanos está de acuerdo con lo que ahora tenemos, por lo
que 78% piensa que debe de abordarse la reforma de las normas constitucionales
del Perú. El 20% piensa que debe de cambiarse por una nueva. 12% piensa que el
documento de base para ese trabajo debe ser la Constitución de 1979 y 39 % la
“constitución” de 1993. 7%, finalmente, no opina. O sea que, descontado el 7%
de abstención y recalculado el total tenemos que el 76.34% piensa que debe
darse un debate constitucional.
Sin embargo, los
entusiastas del texto Fujimorista presentan el resultado como si estuviera
desahuciada la idea de la reforma, cuando está más viva que nunca. Que el
resultado termine siendo uno u otro no implica que no deba de producirse la
discusión. La “constitución” de 1993 tal como está tiene el tiempo contado y
paso a paso, con la determinación del país, se abrirá nuevamente el debate que
el nudo interés quiso y quiere cerrar.
Alberto Borea Odria
Video de dos constitucionalistas, Raúl Ferrero Costa y Francisco Eguiguren
Praeli sobre la reforma constitucional, a favor de que ésta se realice.
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